21 de febrero de 2009

Y bailar como cucarachas al son del asfalto...


Volarme la tapa de los huesos
y sangrarte,
escuchar tu espanto
mientras caes desde mí
tornándote gotas,
esquivando el azufre de mis poros,
la saliva de la última costilla.


4 comentarios:

Anónimo dijo...

El texto es tan bueno que casi se aproxima a la calidad de la canción...

Muy bueno.
Ciao

Anónimo dijo...

Uffff..me has dejado K.O. con este poema.
Has vuelto más madura, Laura.
¿Cabe ser más madura, tú que caíste del árbol como un eco furioso?
Hablabas de avalanchas en el otro post.
"Tú, que deseas conquistar el dolor, debes aprender a servirme bien. LLevo puesta tu carne".
¿Cuánto crees que nos quedará?
Qué importa!
¡Cuánto me has dado!
tú_no_eres_el_llavero,_ sino_la_chimenea

Anónimo dijo...

sigo sin verte de pastel, de algodón de azúcar. eres intensa, miñita. te haga más o menos gracia. tienes color de sangre, de vino, de lava, de noche, de luna, de hueso y carne, de fuego, de mar brava o de explosión primaveral en un capullo que se abre al mundo, de parto y de supernova, de mordisco, de rubí, de lapislázuli o de esmeralda, de alud y de tormenta, de luces de cruce que se acercan en la hora más oscura...
aunque, es solo una opinión, claro ;)

Nabucodonosor II dijo...

Qué placer tan completo, chicharrona!! Tanto lector como musical...

Radiohead es algo más que un grupo, y la canción va como anillo al dedo a la poesía.

A parte de más madura, vuelves más intensa. Me gusta.

Besos desde Ávila.