24 de marzo de 2009

Larra

Hace hoy doscientos años, en la calle Segovia de Madrid, nacía Mariano José de Larra, uno de los altos picos de la geografía romántica española. Escritor y periodista, desde jovencillo dejó clara su tendencia a la sátira, la crítica y la ironía. Su inacabable sensibilidad abrazaba a una España, hombres y mujeres que le fueron quedando anchos, aunque tal vez fuera él quien se agrandaba. Una noche se suicidó de un pistoletazo en la sien. 27 años de huesos contra el piso de la calle Santa Clara.

El entierro fue multitudinario.

Hoy celebramos que nació.

3 comentarios:

Mauro dijo...

ufffff

Anónimo dijo...

A Larra le debo muchas risas. Algo muy de agradecer.
Cuando me siento mohíno ("mohino" es un vocablo que me gusta mucho, parece una onomatopeya) pues voy y leo "El castellano viejo" y me parto de la risa.
Una mente preclara, un peridista señero...joer, qué palabros uso yo hoy.
Vale, voy a repasar sus artículos. Me has dado una buena idea, Laura.

herrero dijo...

Un entierro multitudinario.
Me acordé del poema de Luis Pimentel:
ENTERRO DO NENO POBRE
Punteiros de gaita
acompañábano.
O pai de negro;
no mar, unha vela
branca.

Os amiguiños levábano.
Non pesaba nada.
Abaixo, o mar;
o camiño no aire
da mañá.

Il iba de camisa limpa
e zoquiñas brancas.
Os amiguiños levábano.
Non pesaba nada.
_____________________________
ENTIERRO DEL NIÑO POBRE
Punteros de gaita
lo acompañaban.
El padre de negro;
en el mar, una vela
blanca.

Los amiguitos lo llevaban.
No pesaba nada.
Abajo, el mar;
el camino en el aire
de la mañana.

Él iba de camisa limpia
y zuequitos blancos.
Los amiguitos lo llevaban.
No pesaba nada.