1 de marzo de 2009

PARTO



Soy ochomesina. Esto lo escribí en el séptimo mes de embarazo de mi madre.


Me arrancarás como a la piel de la almendra
apenas un eco de serpiente,
un aroma lejano a tendones yertos.
Será una mutilación concentrada
directa
digestiva
el filo de la mantequilla en el té.
Retumbaré un segundo entre tus márgenes
ya inconexa y aspirante,
practicando la orfandad de vientre
y el llanto de altura.


Sospecho que a ella no le pareció tan delicado. De hecho dice que nada de mantequillitas ni ecos.

Qué exageradas son las madres.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Un buen ejercicio de imaginación. Todo desde el punto de vista de la criatura recien nacida claro, jeje.

Reciba usted cordiales saludos!

Anónimo dijo...

no sé si tu madre es exagerada, ni jamás lo sabré; tú, en cambio, tal vez, algún día... o es que te estás preparando? un cantarito está en camino? ;p


jo, yo nací diezmesino pasado... y aún así, casi me voy de cabeza a la incubadora por estar poco hecho. mantequilla, no. parecía que mi madre iba untada de vaselina y yo me iba patas abajo... con mi hermano, la mujer ya aprendió la leción y subió un poquito el fuego, y lo sacó al punto. en el tiempo que decía la receta

Anónimo dijo...

la foto?
Un ojo que me aplasta?
Luz al final de un túnel?
El texto:
Hacía ya muchos años que te esperaba tu hermano (y su llanto de bajura)

Anónimo dijo...

que se me olvidaba la canción!!!
hermanita_Lau