18 de mayo de 2009

Benedetti...

(...)
Pero el rostro de vos
mira a otra parte
con sus ojos de amor
que ya no aman
como víveres
que buscan su hambre
miran y miran
y apagan mi jornada.

Las paredes se van
queda la noche
las nostalgias se van
no queda nada.

Ya mi rostro de vos
cierra los ojos
y es una soledad
tan desolada.
(Mario Benedetti)


Me cuesta pensar que ya no está. No pude evitar esta mañana sentir un golpe en el estómago, o en la frente, no estoy segura, pero un mazazo. Uno nunca espera que mueran algunas personas. Simplemente, son inmortales hasta que dejan de serlo... y llevo todo el día con el poema “rostros de vos” rondándome la cabeza. Imagino que después de todo es mi favorito. Y vengo aquí queriendo decir algo para recordarle, para homenajearle por lo importante que ha sido para mí y para tantos. Se me acercó hace años, suavemente, en el momento adecuado. Benedetti se acercaba con pasitos breves y sencillos, colándose por los poros, por los huecos abiertos del aire, hasta que se nos metía dentro, en lo más hondo. Allí ha quedado a salvo de los exilios, los olvidos e incluso la muerte. Ella piensa que le ha podido hincar el diente, que se lo ha llevado a rastras, que le ha podido enarbolar como a una reclamada bandera. Pero por mucho que la muerte lo pretenda suyo, no podrá llevarse sus palabras en la lengua ni en la manga. Quizás porque la muerte no es tan sabia como para llevarse algo así. Quizás porque es olvidadiza. Quizás porque le gusta dejarnos alguna que otra huella.
Pero Mario no se marcha. No se marcha porque yo lo llevo encima, porque es mucho el pueblo que le quiere y que le canta y le llora. Son muchas las piernas temblorosas tras leerle. Muchos los que hoy no sabemos cómo homenajear al que nos incendió un día y que hoy nos sigue calentando con un fuego entrañable y dulce.
La verdad es que sólo me sale darle las gracias de corazón por haber existido y por saber permanecer.

Espero que no se hayan olvidado de su petición:

“Cuando me entierren
por favor no se olviden
de mi bolígrafo”

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Jo Lau...desde tu humilde posición para realizar un homenaje, has hecho uno que me ha emocionado... se nota que escribías con el alma.

Tranquila, no creo que se hayan olvidado de su petición.

Mil besos!!!

ybris dijo...

Lo bueno de los grandes hombres son los epitafios que nos sugieren.
Me encantaría que algo de escribir fuese mi compañía tras la vida.

Besos.

Joaquín Artime dijo...

Somos muchos los que nos unimos a ti y sentimos como tú. ¡Hasta siempre, Benedetti!

Anónimo dijo...

Nuevo aspecto... me gusta. Finalmente la foto fue un acierto.

El color de fondo me gusta... en fin. Espero que todo esto te traiga tambien nuevos aires. Un beso!!!