17 de junio de 2009

El pescador



El pescador espera

con su caña alzada

que vuelva a empezar la guerra

para entrar de nuevo en el buque

y verla de pie, en el muelle,

llorándole el futuro con las manos,

sola y viva,

y sentirse amado

como nunca antes ni después

desde la tierra.

Imagen extraída de aquí

6 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Aplausos! plas plas plas plas...

Saludos!

A pena grande dijo...

"Llorándole el futuro con las manos" y los tres últimos versos..
Ya sé que un poema no es una ternera que el carnicero descuartiza.
Pero esos 4 versos sólo los capturas tú, Lauriña.
El poema anterior,,el de la vocación..digamos que no me gustó tanto.
Contigo puedo ser muy cruelemente sincero. Sé que incluso me lo agradeces..hermana.

Anónimo dijo...

Sí, resulta un sentimiento estúpidamente humano el querer volver a momentos de dolor en los que los demás se muestran cariñosos... Sin ir más lejos a mi madre de pequeña le encantaba ponerse enferma porque era entonces cuando mi abuela le mostraba todo su cariño (cosa poco habitual en ella según cuentan...)

Supongo que el amor que él siente cuando parte hacia la guerra en el mar compensa la indiferencia que siente durante la paz en tierra, no?

Muy buen texto.

Mil besos.

Laura Escuela dijo...

Aplausos? LADRÓN, menos mal que has puesto eso, si no iba a pensar que estabas matando moscas!!! jejeje. besos

APENAGRANDE, claro que te agradezco la sinceridad, y no me parece cruel en absoluto. Sólo me parece sincera. Una crítica u opinión, viniendo de ti, es maravillosamente recibida (capullo, como vuelvas a decir otra cosa negativa te retiro la palabra). Besos, querido

ANÓNIMO, ésa es una forma de verlo, aunque no fuera la mía al escribirlo. Supongo que ahí está la gracia de la cosa. Un beso.

Anónimo dijo...

a veces la temática debo decir que me puede; y aunque formalmente la conexión no llegue ni a ser tangencial, el binomio pescador-presa (con todo lo que ello implica) solo me trae dos referentes a considerar; y ambos, enormes. así que supongo que a una medalla de bronce en el podio de melville y hemingway será un dulce que en nada tu paladar amargará :)

Anónimo dijo...

ajajajajajajajaja