28 de junio de 2009

Me voy a dormir.
Dejando un rastro de sangre
que no limpiaré mañana
voy lamiendo el suelo
hasta llegar a mi cama.
Me escondo debajo.
Aquí nunca hace suficiente frío,
y me extiendo sobre el polvo
como un ángel abierto.
Tarareo a mi niña una canción:
Ojalá mueran todas las palomas
abandonadas
y amanezca un cementerio de plumas
en la ventana.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Y yo te doy las buenas noches... De hecho te las daré.

Un beso!

Anónimo dijo...

X favor Lau, no te metas de bajo de la cama, te vendrá fatal!! Piensa en los antoñitos! Jeje. No me gustaría verme metida ahi.

Anónimo dijo...

Qué ideas más macabras tienes a veces: "Ojalá mueran todas las palomas
abandonadas
y amanezca un cementerio de plumas
en la ventana."

Saluditos y buenos días, voy a escuchar a Serrat.

PD: en mi blog he dejado mi primer vídeo youtube, si te quieres pasar a verlo... qué alegría me da, jajajaja

Mauro dijo...

Que inquietante Laura.

Tanta paloma, tanta pluma, tantos relamidos con sabor a sangre.

La poesia, no como una pistola cargada, sino como un rebanar salobre de los tendones.

Me gustó la imagen del angel abierto sobre el polvo, me acordé de una pelicula de Win Wenders: Tan lejos, tan cerca.

Beso sonoro.

hadanevada dijo...

esta me ha encantado...aunque lo de las palomas...ya sabes que no...pero lo he metaforizado y acoplado a mi programa personal y siento las plumas en la ventana y siento la liberación....creo que después de leerte me vuelvo un poco loca....

me hacía falta tener visiones!!!

Anónimo dijo...

creo que si la naturaleza me hubiese permitido la posibilidad de abortar y lo hubiese tenido que sufrir me hubiese sentido muy parecido a eso, aunque, siendo francos, nunca lo sabré. lo que si sé es que hoy te doy bola extra ;)