Es la entrada número 100... no es que sea especialmente significativo, pero es tan redondo...
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Qué va a ser de mí
de mi ciudad cenicienta
de la brevedad de mis años
corriendo bajo los puentes
de nuestros besos ciegos
rescatando todos los segundos de saliva
sobre la piel
Qué va a ser de mí
volveré a romper las calles
perseguiré los restos del caos
con la ropa tendida
sobre los coches
Ajustaré los temblores de la tierra
entre mis piernas
y gritaré con cada sacudida
hasta que se derrumben todas las casas
todas
todas las casas
muertas bajo mis pies
saquéenme
gritaré con las bocas abiertas
y no quedará nadie
nadie vendrá
a hundirse en mis vaivenes de cemento
2 comentarios:
Cien y los que quedan. Felicidades, mi niña.
Quería hacerte un gran comentario. Lástima que la voluntad no basta para lograr un resultado.
Que no haya temblor que haga dudar a tus dedos de escribir más.
Un apretón telúrico para tí.
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