18 de abril de 2010

No es lo que parece

Imagen: Mauro


Nunca conocí las heridas de tu casa


la quebrada donde caíste


tus carcajadas sobre la arena


No te inundé la garganta con mis canciones


ni fue suficiente mi saliva


para que te alimentaras bien


No compraste aquella alfombra de colores


no colgaste mi reloj en la pared


No te preparé la sopa


cuando te pusiste enfermo


ni te recordé los pájaros volando hacia el sur


acariciándote el pelo


contándote el último cuento que había aprendido


con la sonrisa a plena asta


derramada


Fui mis besos apagados a media noche


el millón de libros que no rozaron tus dedos


mi espalda contra tus labios de madrugada


siempre mi pelo al vacío de tus aires


Me dijiste lo que no escuché


te abrazaste a mi talle y era mi cuello


entró el frío por mi cintura


te marchaste


me quedé


No te conocí jamás


y sé que tenías el sabor


de las olas donde me ahogaría sin pensarlo


sobre todo hoy


transparente


ilícita


entera para que pudieras desguazarme


con todos los filos


de tus bocas vacías

2 comentarios:

Mauro dijo...

COROLARIO.

Siempre estuviste más allá de lo que podíamos alcanzar mientras abríamos el mundo para extraer de sus entrañas nuestra propia república.

Me faltó el valor acrobático y la frase ciega, el dejar de envolver a besos tus plegarias para dejar que nos iluminaran en llamas.

a pena grande dijo...

¡Qué bonito! ¡Qué bonito!
Ahhh, el destinatario de tus versos bien puede descerrajarse un tiro en su impotencia.
Mecachis, con lo bien que le había quedado el mundo a Dios, cuando todo era Pangea...y los transatlánticos una pesadilla de amebas escaldadas... mecachis, mecachis.
Mecachis, Lau, que desde que te conocí sólo hago ahuyentar amantes que mal pudieran ser amores, just for the sake of sanity.
Ah, con qué gusto le metería un tijeretazo a la desvaída linea entre la amistad y el amor. Saltarla a capricho, boing, boing, palante, patrás, sin compromisos comprometedores, a voluntad de rey sol y sombra, ir del ósculo al beso, de la cadera al caderamen, de la cama al lecho, y de la leche a la zarzaparrilla.
Cachis, ¿quién ideó los límites de la licitud, quién puso ojos de buey al deseo, quién me encerró en esta colmena?
Mecachis, que ando escaso de gramos de locura y me tengo que resignar a comerme la vainilla de las paredes de tu blog, porque estoy tan constreñido que no me puedo desparramar como solia.
Eh! ¿Por qué digo "mecachis", cuando debería decir "my love, my love, hazme mío"?
Esto... ya me he desfogado por hoy. Unas raspas para Lenny (((¿de qué cojones te ríes, blue-eyed minino de mierda??))) y un beso para Nuria.
Este es el pc de mentirijillas hiperbólicas. Cuando me arreglen el circunspecto, te contaré.
El poema... ¿a que no tienes narices de escribir uno mejor en medio año?? jaja, es un reto, baby, te lo pongo crudo, eh!!
Pues pa eso, no haber estado tan inspirada. Ahora, jo jo, consúmete en la esterilidad de los lápices de chocolate.
((( Y si lo mejora, ¿me tendré que tragar su risa riza, su carcajada de lagartija profidén?)))