El niño vino hasta mí
me miró a los ojos seriamente
tomó mi mano con la suya
y depositó su tesoro sobre mi palma
sin dejar de mirarme
-el mundo sucediendo bajo sus pies-
-
Es la última piedra
me dijo
-
Luego se marchó a jugar
-
Y yo no sé qué hacer
con tanta responsabilidad
3 comentarios:
Jeje, me encanta!
Un beso
Guárdala para cuando la necesites. La última, recuerda.
Al menos no te lanzó la primera.
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