Ella: Sí, has descubierto que miento. Pues he aquí mi confesión: no fumo, no bebo y no salgo por las noches. Vivo con mis padres y mi hermana y voy al mercado a veces a comprar verduras. Otras tantas bailo o hago teatro o leo o cuento cuentos o. Y toco el piano porque aprendí de niña y porque mi madre y porque Bach. O camino por mi ciudad, tan de adoquines siempre, tan mojada. No soy inteligente ni tengo grandes ideas. Soy de un feliz marca saudade. No despliego mi creatividad sobre los muros ni sobre las pieles. Ya ves, no me lío con todos los que me buscan ni busco con quien liarme. Soy la reina de los bares donde no hay nadie porque todos andan fuera fumando y me río sola de los versos de alguno que siempre llevo en el bolso. Mi espalda fieramente vacía sabe de alfombras. No veo los telediarios porque termino llorando ni me gustan las pelis de acción porque me ponen nerviosa. Me creo original y diferente un segundo al día, justo antes de volverme atea. Mis cuestiones de fe se reducen a tu sonrisa y a mis manos barruntando tu pelo, y qué quieres, ya sabes la verdad. Tres padrenuestros y cuatro avemarías, que para algo aprendí en un colegio de monjas.
Él*: Sí, has descubierto que no miento. Entonces, procedo a mi declaración: fumo, bebo y salgo por las noches. Vivo solo, pues la planta que tuve murió por tanta agua con que le demostré mi cariño -amores que matan- y los cuyes, hamster o gatos probablemente morirían aplastados por los libros entre los cuales mi tiempo suele saltar cuando fallecen las tardes. Me gusta el cine, incluso más que las películas, un té con leche mucho más que un café. El silencio de mi casa me ha hecho más consciente de todo lo que se marcha y me obsesiona retratar el tiempo, esa querida ingrata que siempre se va yendo. Repletar memorias con fotografías, atentar contra lienzos, para luego llamarlo pinturas, incluso algún planeo por imágenes de antiguos destellos plenos de felicidad, eso es lo mío. Ir a una plaza que lleva por nombre Colombia, visitar ese mundo que se abre cuando cae el parche de la noche, caminar sin razón u objeto aparente, son las cuestiones cardinales que marcan mis días. La búsqueda es mi cuestión de fe, aún a riesgo de volverme ateo. Confieso que he vivido.
*Mauro
2 comentarios:
Me pasé la tarde con Andrew. Ambos rehuimos las conversaciones vocingleras de estos días. Dejamos el grupo, con sus alineaciones y tácticas, y nos fuimos de paseo por los muelles.
Andrew lleva aquí más 12 años. Cuanto mayor es su conocimiento de nuestra cultura y nuestra lengua, más se equivoca en los porqués de sus apreciaciaones respecto a cada costumbre, cada manera de reaccionar de los españoles. Resultaba más certero al principio, Todo le fascinaba. Encontraba maravillosos nuestros peores defectos.
No recuerdo el hilo de conversación que le llevó a preguntarme por qué "the temples" (las sienes) se llaman así.
Le contesté que, tal vez, por ser una especie de contrafuertes del templo del cerebro. ((No puedo más, pero no me voy hasta que acabe esto))
Me dijo que no. Que "the temple" y el hueso temporal-cuyo étimo es "tempus"- deben su nombre al hecho de ser el primer lugar por donde se asoman las canas. Un hueso enclavado de el más rabioso de los presentes.
Bueno, I can´t go on, neniña.
Una cancion sobre el tiempo,,Hace pocos años sólo me llevé una cassette para una estancia de un mes en Oxford. Del grupo Blackmore´s Night, formado por el guitarrista de Deep Purple, Ritchie Blacmore, y su esposa, la cantante Candice Night.
Alguien de la casa donde me alojaba me robó aquella cinta y no he olvidado el expolio. Entre mis deseos de venganza y la sabiduría náutica de mi Chú, podemos organizar una nueva Armada Invencible. Chús, no me abandones frente a los white cliffs of Dover.
((Chús, ¿te fijas cuánto nos parecemos a esa pareja? Mejor nos olvidamos de los pérfidos anglocabrones y te compras una flauta))
Y_de_bufón, _llevamos_a_Lenny_:D
Me ha encantado la descripción de ella... Especialmente me quedo con la frase "soy de un feliz marca saudade" :)
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