11 de julio de 2010

Eclipse



No te has hecho eclipse aún entre mis manos


y sin embargo


este solapar de lunas ante mis ojos


cuna de luces y sombras


.


esta noche tibia


tendiendo su paz sobre las ramas


flores de tu nombre arrebolado


.


y tu voz


arrullo de nana inagotable


que viene a morir bajo la sed en que te bebo


para arrancarme tormentas


.


y escamas.

1 comentario:

a pena grande dijo...

No te reconozco, Lauriña, en algunos versos de este poema. Se te nota más plácida. Seguro que eres más feliz: de ahí cierta laxitud, algun toque de blandura aquí o allá, que antes te era ajena.
Un dilema: ser a un tiempo tu hermano y tu lector. Como lo primero, me alegro de tus tibiezas. Tus mf. Como lo segundo, me quedo con tus tres últimos versos. Tus fff.
Si llego a verlo, maldeciré el día en que la vida te domestique los finales. Mientras te queden escamas, serás mi página de inicio (que en mi caso suele ser de remate).
No es justo, lo sé, pedir relámpagos en tu hacha a cada madrugada. Que seas mi nocturno cañón fotovoltaico.
Bueno, es que me pone enfermo leer la palabra "arrebolado". Apuesto que tienes una razón muy poderosa, desconocida para mí, para haberla usado.
Mañana mi Chú me va a tirar de las orejas por haber escrito esto. Ella te adora. Yo sólo te quiero.
Este poema es bonito. El de "Bailando con fantasmas" me gustó más. Pero cada lector busca lo suyo.
Por cierto, las "Confesiones" casi me arrebolaron. Y me pareció que Ella y Él se parecen mucho más de lo que creen.
Ummmm, Lauriña, acabo de descubrir, te lo juro, por qué no me cuadra nunca la palabra "arrebolado".
En mi idioma, la locución adverbial "a rebolos" significa "dando tumbos" y a veces tiene el matiz de "arrojar algo con violencia, normalmente, un palo".
Bueno, me he entretenido (en el buen sentido) aqui más de una hora. Mi pachorra, mi parsimonia, mi obsesión por la exactitud, pone enfermos a los que me rodean.
Hala, Lau, mándoche un bico a rebolos, irmanciña.
La_canción_pa_mi_Chú