11 de enero de 2011

Luz

Hay una luz que asombra a los barcos

y alcanza a seguirte en tu deambular de charcos

se tuerce entre las gotas

y cae

Una luz de álamos abiertos

de estrellas grandes

de algas que se van quebrando como hojarasca

Hay una luz nueva

con encuentros alegres y risas

y bocas repletas de sed

en las líneas de ferrocarriles

Luz de batalla y de ecos últimos

de quejas daños y años sobre la tierra clara

Clara luz de ojos vivos

sin un solo niño que la guarde en su cajita de infancia

para cincuenta años después

con el cuerpo profundo y amarrado a la vida

abrirla una noche inerte y decir

.

hay una luz que asombra a los barcos

1 comentario:

Mauro dijo...

Tiene una suerte de placidez que me gusta mucho.

Los barcos se asoman con su luz, se empinan en lo negro del océano y dejan de llevarte a algún lugar para traerte a ti mismo.