11 de marzo de 2011


Dejaré que me busques

hambriento

bajo la lluvia

recorriendo apresurado las calles

de esta ciudad que no conoces

.

sabes que estoy allí

tras los cristales rotos

bajo las casas cubiertas por la hiedra de los siglos

en lo más alto del puente

al que van a morir todos los trenes

.

Dejaré que busques la dulzura

pensando en mi boca recién abierta

y deambules cuesta arriba hasta los muros de piedra

-que no se han caído porque sabían que tus manos iban a llegar-

palpando cada rugosidad con la lengua ardiendo en sed

gritando un nombre que no sabes si es mío

pero que me hace libre en tu saliva

.

Dejaré que revuelvas los peldaños de todas las escaleras

que bucees en la desembocadura de plazas y tejados

y preguntes a gaviotas y gatos dónde o qué

.

Te miraré deambular

entre las vías del viejo tranvía

que aún transita renqueante

y sabrás que estoy allí

en cada esquina de todos los tiempos que fueron

.

Te marcharás

cansado

derruido como el pasado en las aceras

a buscar cobijo bajo cualquier techo

sobre algún somier

.

Y no sabrás que me encontraste

.

que mi vestido blanco

ondea y se agita sobre tu cuerpo

que te beso los párpados y las manos

y se enredan tus labios entre mis piernas

.

que el río nos siente volar

los barcos arden bajo nuestros pies

y gritan las piedras del fondo

.

sin que siquiera despiertes



9 comentarios:

Joaquín Artime dijo...

Ábreme la puerta y no me dejes ir.

a pena grande dijo...

Magnífica la foto, Laura.
Y ampliada , mejor todavia, con esas gotas de lluvia, na janela do carro.
Ah, al escribir eso me acordé de una cancion de Jose Afonso...Otro día te la traduzco, vale?
cançao_de_chuva_e_rio_nocturno

a pena grande dijo...

Foooooo, qué cantidad de virguerías en este poema, Lau.
Pensé, hará 3 horas, pensé..¿cómo será Lau cuando se haga mayor?
I mean...¿cómo serán sus textos? Cuando tenga esos 50 ó 55 años, que se le hacen inimaginables hoy en día..(Y hace muy bien ni imaginárselos).
Llevo leyéndote desde el principio de mis tiempos, y creo que el 90% o más de lo que escribes es pasión y lucha. Los arañazos, los aullidos, la negrura, tus fibras a merced del otro, pero estrangulándole miembros y miradas.
Un campo de batalla, nunca el huerto de manzanos, ni un violoncelo ni un colirio caducado.
Cualquiera, al leerte, te imaginaría como una pantera con aspas.
Pero tu risa es tan alegre ..y eso me tranquiliza.
Bueno, estoy preocupado por los escapes radiactivos, porque ...por circunstancias personales, sé del efecto que causan en la mente, y la paranoia ante los microwave ovens y miles de hábitos y manías que conforman nuestra vida.
Y las palabras que se dejan a la puerta.

La maga dijo...

Me encanta el poema, adoro los comentarios de A pena grande, ¿Ya lo dije? Y las palabra que se dejan a la puerta, Lenny besitos.

a pena grande dijo...

Que Dios ilumine a los japoneses y que no se cumplan los peores presagios.
El pueblo de S. está a menos de 700 km de Chernobyl. Pasaron ya 25 años y como si pasan 100 años. Los efectos sicológicos no desaparecen.
Hace medio año que pisé aquellos campos. I know what I´m talking about. Pánico.
Y todo esto de Japón viene a darle pábulo a la memoria, como si ésta fuese tan flaca. ("Pábulo" significa "alimento", Laura).
Mis grietas no tienen remedio. El dolor de los japoneses me acompaña y relativiza el mío.
La mujer de un primo carnal mío es japonesa. Tienen dos niñitas. Protagonizaron varios spots publicitarios. Mi familia es así.
En Londres tuve tres compañeras de pupitre que eran japonesas. Nunca vi gente que aprendiese más aprisa que ellas. Y sin hacerse notar, como yo, que me pasaba las clases con la mano levantada.
Cuando Dios acabó de hacer el mundo, antes de marcharse, dibujó la sonrisa de la mujer japonesa. Le salió bastante bien. Ni yo lo hubiera hecho mejor. Lo digo por si Dios sigue dándole vueltas a la cabeza, con lo perfeccionista que es.
El mundo es como esa foto de arriba. Sólo que Dios no retoca nada, no se presta a esos engaños. Como dijeron Kavafis y Cohen, "He doesn´t stoop to strategies like these". No se rebaja a esas tretas barateiras.
Nosotros, sí, y la manoseamos, luego la dejamos olvidada en un cajón o un disco duro. Pasan los años y decimos "This can´t be me,... must be someone else".
Pues claro que no eres tú, gilipollas ¿Qué esperabas?
Y ni se te ocurra echarle la culpa a Dios. Él está a lo suyo. Ese misterio.
Todo sería muy distinto si Dios se encargase de los telediarios. Me harto de buscar su cadena y no la encuentro. En cambio, aparecen los de Intereconomía y demás fauna abisal. Hay que joderse...
Japanese_girl

a pena grande dijo...

A ver... una canción para la misteriosa (por desconocida) LA MAGA.
Los halagos procedentes de gente a quien no se conoce son los más dignos de consideración. Por totalmente desinteresados.
A cambio, Maga, te pido un favor: que durante esta semana (mejor cuanto antes) te acuerdes de mi nick y me desees suerte. No hace falta que escribas aqui que lo has hecho. Basta con que lo hagas.
Llevo años pidiendo un conjuro benéfico a docenas de personas. Nunca se lo había podido pedir a una maga. Acreditada. Y también bondadosa, a juzgar por sus escasas palabras.
Bueno, la canción, que me estoy enrollando y acabaré por decir cómo me imagino que eres, Maga, y ya sabes que puedo resultar extremadamente prolijo.
Así, resumiendo, mujer de 25-42 años, positiva, alegre, volátil, que suele andar con prisas, amiga de los animales, compasiva y, muy posiblemente, propietaria de un ordenador.
UN_REGGAECIÑO_PA_QUE_MUEVAS_EL_CULETE,_DUBIDÚ_DADÁ

a pena grande dijo...

Lenny, amigo, ¿cómo será el mes de abril?
MEDO_EN_TEMPO_REAL

a pena grande dijo...

Hoy pensé en ti, Laura. En los aspectos prácticos y materiales de tu vida futura. El pan de cada día. Dentro de 10 ó 15 años.
Bueno, aún es muy pronto para preocuparse por esas cosas. Cuando te conocí, el mundo no era tan inhóspito con los jóvenes y sus sueños, tan legítimos.
Venga, tú no escribes en el blog; yo estoy sin palabras, se las ha llevado el miedo.
Me gustó la interpretacion que hace Pascal Rogé de una pieza de piano de Camille Saint- Saëns y el vídeo.
Bueno, un beso, hermanita.

El Ventrílocuo dijo...

Hola Lau, tanto tiempo (recién perdí mi comentario), pero veo que los besos siguen enredándose en las piernas, como una saludable costumbre. Saludos