20 de noviembre de 2011

Culpa

Te culpé por ser más feliz sin mí
por no regalarme las canciones que componías
ni las que no
Te odié por no decirme que protegerías mi espalda
de mi calle de ratas viejas
por no jurarme que jamás estaría sola
y que siempre me ayudarían en las mudanzas
por no traerme girasoles cada mañana
ni tocarme el culo con las dos manos mientras subíamos por las escaleras
por no querer follarme cada dos segundos
por contarme chistes y callarte nostalgias
Te culpé por mis vicios
por las locuras que no hicimos
por dejar la ensalada tan sosa y la pasta tan salada
por no contarme tus cuentos todos los días
Te culpo por no quererme

Soy un vacío plagado de arterias a medio desangrar

Estás bien ahí
lejos
mirándome como si jamás te hubiera parido
de entre mis piernas temblorosas

Pero estoy sola
y solo vienen a abrazarme los que se despiden

1 comentario:

Carz dijo...

Jo, Lau...

Un grano de arena de las insensatas y desacantiladoras olas.

Culpé a la primavera por parecer otoño,
culpé al invierno por acortar los días
y culpé a las olas por parecer insensatas.

Odié sin convicción alguna,
sólo juré arropado de mentira
y descubrí una casa-mujer con girasoles.

No le toqué el culo porque apartó los ojos,
no la besé porque naufragó el teléfono
y, por alguna otra razón, no follamos nunca.

Le conté más nostalgias que alegrías.
Y alguna le quedé a deber
para que no le importara y le importase.

Repartí mis vicios entre los pobres
y mengüé de alma y de talla de zapatos.
Hasta me subió la tensión por tanta en-salada.

Desescribí todos mis cuentos en un día
que va durando varios años
en la paridera forzosa de sus letras.

No eres vacío porque te desangres:
Basta que te piense para que seas hermosa.
Basta que te lea para reinventarme.

Y, aunque estés sola,
vengo, te abrazo
y no me despido.


Un beso.