9 de enero de 2012

La vida quedó allá

Nos cruzamos por la calle

con paso rápido y mirada fugaz

y de pronto sucede

nos giramos sin pararnos

pero disminuyendo levemente la marcha

sus brazos están hechos para mi muerte

mi vientre para su casa

lo sabemos

nos lo dice el aire y alguna acústica que viene de adentro

Las once de la noche y pareciera mediodía

los ojos viven su fiesta

renacen las farolas

pero se termina

y volvemos al camino y regresamos a casa

y hacemos el amor a otros y dormimos

lo sabemos

la vida quedó allá

entre sus brazos y mi vientre

esperando

11 comentarios:

a pena grande dijo...

((No caeré en la trampa de comentar tu poema, Lau)).
Cuando era niño, a la puerta del cine, había una señora que vendía unas ciruelas redondas, grandes, amarillas, dulces a reventar. Les llamábamos "yemas", pero creo que también se llaman "claudias". Además, en el puesto, la señora nos despachaba los pirulíes más auténticos que jamás haya visto, artesanos a más no poder, con su palito, su papel de celofán, su pringoso caramelo.
Como el cine me era gratis, por razones que no explicaré aquí, cada día me pegaba unos atracones de hasta 4 películas, junto con mi amigo Fernandito, el cinéfilo.
En el descanso, sonaba un cantante del que no habrás oído hablar, Lau. Se llamaba Nat King Cole y hacia unas versiones en castellano de sus éxitos que sólo las niñas más enamoradizas lograban descifrar. De él aprendí que el camino más corto hasta el corazón femenino era una canción, cuanto más empalagosa, mejor.
Fernandito era muy ingenioso. Dibujaba unas tiras, largas como un dia sin cine,, llenas de viñetas, aventuras que salían de mi magín y de su lápiz. Las sumergía en aceite, luego las enrollaba e inroducía en una caja metálica –de galletas- provista de su bombilla y su manivela.
Disponíamos varias hileras de bancos y la afluencia de público, previo pago de unos patacones -moneda de 10 cent. de entonces-, era tan masiva que la señora de los pirulíes y las ciruelas acabó poniendo una sucursal de su puesto a la puerta del pajar donde Fernandito y yo proyectábamos nuestros largometrajes untuosos.
Alertada por la competencia, (los dos salas del pueblo), la autoridad competente se personó en nuestro cochambroso pero abarrotado pajar y nos pidió los papeles: que si el permiso de exhibición, que si el carnet de la Falange, que si no veas el puro que le va a caer a vuestros padres, por rojos y por emitir propaganda contraria el régimen, que si estas claudias están sabrosisímas, las decomisamos,...ummmm!

Acabamos todos en el cuartelillo, explicándole al comandante de puesto- de puesto de la Guardia Civil, no de las golosinas- que "Las aventuras del valeroso espadachín A Pena Grande" no tenían nada de revolucionario ni clandestino, ni pretendían socavar la moral del vecindario y mucho menos del Imperio Español.
El cabo ( era sólo un cabo, pese al pomposo rango de "comandante de puesto") me preguntó por qué en el episodio nº 739, el valeroso espadachín A Pena le declaraba tan ardientemente su amor a Sabeliña, la prota de toda la serie, que casualmente se llamaba como su hija. Una niña de trenzas tan doradas como una ciruela claudia, que se había puesto a silbar durante el interrogatorio.
Le contesté que era por introducir unas gotas de poesía en una trama tan belicosa.
Entonces el cabo llevó a cabo una de las afrentas más graves que jamás me hayan inferido: se puso a saltar sobre la máquina proyectora que con tanta maña había elaborado mi amigo Fernandito. Luego encendió un mixto (una cerilla; es lo mismo pero suena más radical) y redujo a cenizas todos los carretes de mis impares aventuras aceitosas.
Gritaba, en el paroxismo de su furia incendiaria, mientras saltaba en medio de convulsiones y un círculo de fuego ( avivado por el aceite de mis tiras):
- ESTO--ES---LO--QUE--HAGGGGO--YO--CON---TU-- J***---POESÍA, APENAGRANDE!!!

Años más tarde cayó en mis manos un poema de Gabriel Celaya ( un señor de Guipúzcoa, y como tal, soñador irredento). Se titulaba, como sabes, Laura, "La poesía es un arma cargada de futuro".
No me lo creí. La poesía ardió y se extinguió aquel día en el cuartelillo, entre los silbidos displicentes de Sabeliña, la de las amargas trenzas.
John Lennon cantaba "La felicidad es una pistola...caliente". Eso sí me lo creo.
GRUNGE_NOCTURNO

a pena grande dijo...

Cada día que entro aquí, Laura, releo tu poema. Y vengo todos los dias, aunque no comente siempre. Éste de "tus brazos están hechos para mi suerte", y demás versos casi tan afortunados, cada vez me gusta más.

Esta canción de Rufus creo que te la dejé aquí hace años. Sí, en la red los años son largos como un día sin abuela con pantalones :-), parece que fue hace mil siglos.
Habla de esos pequeños caprichos que nos permitimos, y que nos permiten.

Ducados y Lindt Excellence, son sólo un par de mis antojos.
Todo lo que me gusta es un poco fuerte de más, un pelín espeso, un tanto dañino para mí.

Si se me ocurre preparar unas albóndigas, tengo que tomarlas todas de un sentada.
Todo lo que me atrae es un punto vicioso, una miaja grasiento, un poco nocivo para mí.

Y luego están todas esas otras cosas, que por diversos motivos no voy a mencionar.
Todo en ellas es un tanto peculiar, indigesto, y fatal a la postre.

No es muy inteligente por mi parte: acaba por destrozar a una de los dos partes.

Y luego Rufus habla de "sentimental valiums".

¿Qué te parece, Laura? Ser “un valium sentimental".
Suéltaselo a quien te reclame derechos de pernada del pasado.

Dile: "pero, ¿qué te crees? Tú no eras más que un sentimental valium, pequeño”. Lo dejas KO, jaja.
(No te olvides de hacerle un lavado de estómago, sé compasiva).

Anda, Laura, toma una onza de Lindt. A compartir con Lenny, claro.
(Al escuchar el piano en esta canción, recordé aquel viejecito al que le dabas clases long long time ago ¿seguirá vivo? Qué magnífico relato te salió entonces, sobre el abuelo y el piano. Tú ya naciste escribiendo maravillas. Vas servida de talento, desde la cuna).
POR_LOS_VIEJOS_TIEMPOS

¿Qué habrá sido de la Reinadelmango, y la Paciente nº 24, y La Maga Incógnita?

a pena dijo...

"para mi muerte", quisiste decir.
Perdón por la errata.

a pena grande dijo...

"renacen las farolas", di Laura.
A néboa de Londres ten muita sona, mais emporiso non deixa de ser outro mito, como os calexóns onde espreita Jack the Ripper, axexando úteros balieros.
Só lembro dúas ou tres días de boira atafegante, cando unha farola era a única seguranza de que ún non aboiaba na beirarúa, coma un fardo na noite pecha.

Levei a aquela demoiselle a un restaurante, perto de Picadilly Circus, o embigo da cidade.
Baixei aos lavabos, pra ver se tiña enough money na carteira. Abrina, e un jicho revirouse mentres eu facía cálculos.
- No, thank you.
Ao primeiro non entendín o que quixo dicir. Na miña inocencia ignoraba daquela a polivalencia dos toilets. Cando erguín a faciana, el xa non estaba alí; liscara, coa súa moral tan limpa e a súa desconfianza tan suxa.

Logo levei á aquela canette a unha disco; unhas copas e fiquei sen un céntimo pra make ends meet. Só apalpei o seu van levián, e rocei medio peito. A cousa non pasou daí.

Voltamos no tube; acompañeina á súa casa. Invitoume a entrar. Por fin invitaba ela a algo. A moza era un croio, pero nunha noite londinense, desas de fame e señardade, tanto ten un pan como un currusco. O caso era rillar.
Cando lle quixen dar o terceiro bico na cociña, quero dicir nos beizos, díxome que o seu amour era a landlady, a dona da casa. Unha señora nos seus late forties. Aínda máis fea cá franchute. Dios las da y ellas se juntan. Let it go.

Fóra a néboa agardaba, pra se rir de min, a gargalladas.Ou pior, con jisjisjis, deses que foden cando it´s chilly. Funme guiando polas farolas, ata dar coa porta trala que viviamos Stephan, Irene, Tom, Kaz, Virginia, Heather e máis eu. Home, bitter home.
Aquela noite aprendin unha chea de cousas. Una morea de leccións impagables.
Nunca te fíes dunha francesa que non sexa guapa.
Pon os teus ovos só nunha cesta do país. Os xente estranxeira évos moi moi rara. Por iso son estranxeiros. Non porque naceran aquí ou acolá, senon porque con esa tropa ún nunca sabe cómo pode acabar unha noite de néboa mesta.
Dádeme mulleres da Terra, e, se queredes, metede a miña cabeza nunha nube, ou no cicho de vapor da locomotota que lle asubiaba a Marilyn en 'Some like it hot'.
Nobody´s perfect, agás algunhas demoiselles do meu país.
It's a simple thing, we don't need a ring. Our love is easy.
Tarde piaches, A Pena Grande.
chuvia

a pena grande dijo...

Cada vez que hago clic en tu blog, en favoritos, antes de que se abra, una milésima de segundo antes, se me viene a la cabeza una canción. Luego me quedo pensando por qué esa canción.
Por ejemplo, la de hoy nunca la canté en la vida, ni nunca le había prestado la mínima atención. La dejo aqui y ya está. No todo tiene por qué ser racional.
Mi perrito está enfermo.
Si me llega a faltar...
Supongo que me recuperaría.
Sólo es un perro, no?
Pero es él, no es ningún otro perro. Hay oceános de perros, pero no son él.
Mejor ni lo pienso.

José Agustín Goitysolo, suicida con conocimiento de causa:

No sabía decirlas, no podía;
porque jamás las pronunciara antes,
juntas así.
La angustia la mataba,
imposible aguantar aquel anhelo
que era dolor cruel
de tan agudo.
Y las palabras nunca dichas
fueran el único remedio
en aquel trance
que alteraba su cuerpo:
de la piel, hasta lo más profundo.
Con voz rota ella pide:
¡oh tú, por caridad ayúdame
a decirte que... Palabras.

y_hechos

a pena grande dijo...

Hay dos tú.
El tú que yo conozco
y ese otro tú:
vociferante
desorientado.
Palos de ciego.

Nunca encontrarás la luz.
Que así sea, por tu bien.

¿En qué pensaba Dios cuando creó tantas formas de locura?
Dios no pensaba en ti.
Se le fue la mano.
Dios no firmó ningún papel.
Él no se hace responsable.


No soy capaz de ser cruel contigo.
En todo caso, podría agarrar a Dios por las solapas y decirle en la cara que ese día no fue justo.
Gritarle, no.
A Dios no se le grita.
Tú _y_tú

a pena grande dijo...

Vaya por Dios. Ya había escrito el comentario, y de repente me aparece un anuncio de blogger, animándome a que cree mi propio blog.
¿Para qué lo necesito si ya tengo el de Lau?
((Oye, Lau, cuando puedas, postea algo nuevo, que tengo sed y me estoy ahogando en mis excesivas palabras).
Decía, antes de que todo desapareciera, que el album "Mind games" es mi favorito, y que no encuentro un video que le haga justicia a la canción que traigo hoy. Unos, por la deficiente traducción, otros por el exceso de imagenes que no permiten escucharla. Así que dejo la que suena mejor.
Decía que si concentro, durante horas y horas, la mirada en el paso fugaz de cada hoy suyo, -evanescente como mi memoria de su ayer más olvidable-, al final, lo que veo es mi propia mirada.
Decía que no hay nada que se pueda ocultar a la ávida necesidad de mirar y saber y conocer y palpar. Nada. Nuestra sombra deja sombras tras de sí. Minuto a minuto. Estamos expuestos a la exposición.
De repente se me viene a la cabeza Ken Loach, no sé por qué demonios.
¿Por qué, por qué me acordé ahora de Ken Loach? Tiene que haber una razón. No he visto tantas películas suyas, ni es mi cup of tea. No me gusta revolver en la basura del lado más oscuro de esta parte del mundo.
I love Ariadna Gil. Un nombre tan bonito, y un apellido tan vulgar. Pero juntos son uña y carne.
Los ojos, los labios de Ariadna Gil. Un milagro. Mi chinita.
Ahora se me aparece Lou Reed, apoyado en un mostrador de un estanco, en "Blue in the face", hablando sobre Brooklyn y Europa.
Sólo estoy bebiendo un Martini rosso, mi último vicio. Unas gotas.
Bueno, pues eso, que al contrario de John Lennon, I always speak my mind y digo lo que pienso.
Ahora pienso en una mujer que va muy de mañana al trabajo. Siento el frío aire en su cara, en sus novísimas arrugas, en su atribulado pensamiento matinal. No hay nada que se pueda hacer en nombre del amor, del cariño, de la solidaridad o de la empatía. Nada. Cada uno de nosotros camina solo. Conformémonos con saber que puede haber alguien, allá lejos, que nos piensa.
Yo_qué_sé?

a pena grande dijo...

Mi perrito Tragaluz...
((¿qué pasa, tiene algo de gracioso su nombre? ¿A qué vienen esas sonrisillas sardónicas?))

Mi perrito Tragaluz está durmiendo en su cesta, con un hueso de pega, su peluche -que es una reproducción a escala de mi persona, a prueba de colmillos y garras- y una zapatilla mía sin la cual no pegaria ojo y yo tampoco.

Mientras él duerme, sus ángeles caninos hacen balance de la jornada:
ÁNGEL BUENO, PERO RESABIADO
- Veintisiete (27) sonrisas que le has arrancado (y sin rozarlo) al pobre A Pena, con lo difícil que eso es. Cuatrocientas (400) perritas que se pirraron hoy por tus huesos. Y tú, Tragaluz, haciéndote el duro. Ochenta (80) galletas de regalo de A Pena, por tu irreprochable comportamiento. Treinta (30) ladrones espantados que han hecho fervientes votos de contrición, propósito de la enmienda, y se han apuntado a unos ejercicios espirituales y de disciplina inglesa. Item más, admirable perrito Tragaluz, quince (15) calcetines que has devuelto a su legítimo propietario, que sollozaba histérico porque no podía salir a la calle con uno solo. (Y no adivinaba el escondrijo, el muy tonto...el rincón secreto de los calcetines, cualquier perro estúpido los hubiese encontrado).

ÁNGEL MALO Y PROTERVO, PERO RECUPERABLE
- Cuando acabe de limpiar estas cacas que acabo de pisar, grrrr.. hago recuento de tus fechorías, Tragaluz, grrrrr... ¡Oh, no, mi capa nueva, la de color púrpura, tiene un desgarro enorrrrmeee! Oh, ¿dónde está mi cuerno derecho?? Otra vez me lo ha roído ese malandrín de Tragaluz!! Mamáááá, quiero irme a casa, donde los perritos sean malos de verdad, sin disimulos!!


Bueno, con todo, lo más gracioso de este día no fueron las payasadas de mi perrito Tragaluz. Lo más divertido fue leer un artículo de Federico Jiménez Losantos, donde, para pedir apoyo a las medidas del ministro de Justicia, Gallardón, en sólo cuatro (4) renglones -contados a mano, no exagero- se despacha con estos floridos términos:

siniestros
lamentable
fechorías
felonías
envilecida
miserables.
((Si le llega a manisfestar su fata de apoyo, no digamos su desaprobación, se queda sin palabras polisílabas...jaja)).
Que Dios me conserve a mi perrito Tragaluz y a mi Jiménez Losantos. Sin ellos, el músculo risorio se me paralizaría, por falta de uso.
nanananana♥

a pena grande dijo...

Poema releído (otra vez).
¡Qué buena eres Laura!
Tienes versos ,,,casi todos,,, brillantes de verdad,,.forma y contenido.
(Si te lo digo yo, te lo creerás, no?..ejem).
Hoy me volvió a llamar la atención el verso
"los ojos viven su fiesta".
Ya lo sé, Laura, uno (tú) se pone a escribir, y salen esas cosas. Nadie, supongo, se las trae pensadas.
Cada uno tiene sus manías. Yo -y no me quiero comparar contigo, vaya por Dios-, soy incapaz de escribir mis largos comentarios fuera de este cubilete que se nos asigna a los comentaristas. Las pocas veces que lo he intentado en doc. word no se me ocurre nada. Me disuade. Me parece muy frío, inhóspito.
En cambio, así, con este riesgo de que todo se borre, a veces cuando ya he terminado mi rollazo, ... me es mucho más estimulante.
Hace bastantes años, cuando yo tenía tu edad, estando en Londres escribí un verso casi igual que el tuyo, el de
"renacen las farolas"
y le enseñé el poema a un amigo, que era tan lírico como un estropajo. Se detuvo en lo de las farolas y frunció el ceño.
No le hice ni puto caso, Laura.
Cuando uno sabe que acierta, si uno no es un tonto, claro, o un pagado de sí mismo... pues acierta.
Aquel amigo es una excelente persona y su vida está más llena de frutos que la mía. Pero, puesto a saldar cuentas y farolas, recuerdo que una vez estábamos perdidos en la noche londinense y le preguntó a un guardia que por dónde se iba hacía la estación de Saint Pancras.
El nivel de inglés de mi amigo era básico, tirando a voluntarioso.(Lousy). El bobby extendió el brazo y señalando un callejón de mala muerte dijo
- Por ahí ni se les ocurra ir, que van directos a Badajoz. Vayan por la avenida de los tilos en flor. Pero por ahí, por donde señalo con mi dedito, es lo que un inglés llamaría the wrong way, vale?

El guardia se marchó. Y mi amigo erre que erre que habia que meterse en aquel callejón maldito, el callejón del dedo del guardia, que es en lo que él se había fijado, porque, ya digo, no entendía ni papa de inglés. Ni falta que le hacia, porque para triunfar en la vida no es indispensable entender a un guardia municipal con marcado acento cockney.

Bueno, no sigo, que me duelen los huesos, Lau.

Ah, el amigo aquel se llama Toño. Si no lo digo, reviento.
El tío más feliz del Universo. Pero nosotros no podemos pretender ser como él. Debemos aplicarnos cada día estudiando un poquito de inglés. Así, con el tiempo,
entenderemos lo que dice esta pava:
MORE_DELICATE

a pena grande dijo...

jeje, se ha metido un trol despistado en tu blog, Lau. Mira arriba.
((Lau no sentera. Es igual. Lo peor es que no actualizaaaaa estooooo))
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A ver, ¿es o no es poesía y de calidad, lo que dicen mis queridos DELIQÜENTES?
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Que tires pa´lante, siempre alegre y elegante. Escucha esta canción.
Sigue por mi camino y no te bajes del bordillo.
Llegó la primavera con el canto de los grillos.
Y trae regalos pa tenernos consolados y distraídos.
No te pienses nada, sólo vente a mi manada de bandido.
Y llévate un cacharro y corre no te quedes solo.
Llegó la primavera con regalos para todos.
Un ventilador, fue el primer regalo
pa que se quiten las nubes grises en los días malos.
Que se lleve la basura de los aires contaminados.
Pa darle fresco a los animales de los documentales.
Y a esos deportistas que van delante de un león.
((¿NO SON GENIALES MIS DELINQUENTES??))
La primavera trompetera ya llegó.
Ya me despido del abrigo.
Las muchachitas me vacilan con el sol.
Niña vente conmigo y toma,
quema la goma que suelta el aroma
pintando el aire de negras palomas.
((DIOS BENDITO, ¿NO SON GENIALES??))
Por los callejones están creciendo muchas flores sin ningún control.

Los coches no andan. Sus ruedas son calabazas cuando brilla el sol.
Los niños mean en la calle; no les hace falta pañales.
Es todo tan bonito que parece carnavales.

Destornillador, y algunos pinceles pa la gente buena sin estudios ni papeles.
Que no exista el trabajo pa los hombres y las mujeres.
Que todo el mundo tengan regalos, los más grandes y los más caros.
Que la gente de mi tierra siempre sea muy feliz.
POETAS_ANDALUCES_Y_GARRAPATEROS

La maga dijo...

La maga está absolutamente impresionada por este poema, hoy lau, hola a pena, hola lenny, ¿Quieres una raspita?
besos a todos