14 de febrero de 2012

Haciendo muescas a un revólver

Tenía que compartir este poema. Lo he conocido gracias a Karmelo Iribarren, y aún me estoy reponiendo:

Las mañanas las paso
en la vía
a la espera de dejar pasar de nuevo
el tren que no he de coger.

Las tardes las ocupo
en especular
sobre el número de estorninos
que nublan este cielo.

Y por las noches
cuento los días felices
haciendo muescas a un revólver.

(Eugenio Navarro Torres)

4 comentarios:

a pena grande dijo...

Bueno, como me da que este poema que ha traido Lau puede durar aquí la intemerata....empiezo contando lo que hice esta mañana.
((No esperé ningún tren. La mañana en sí ya es un tren, por lo menos la pasada mañana, lo fue. No salgo en la página de sucesos porque aguanté hasta el anochecer, pa que me hiceran el boca a gua. Ya estoy desatropellado.)).
Llevé a la peluquería a mi perrito Yoquesé. La coiffeurese me dijo vuelva dentro de una hora y yo pensé qué bien, me da tiempo de ir al cybercafé y pedirle perdón a mi payasa por haberle llamado tonta del bote salvavidas.
Pero el cyber estaba cerrado. Quizás su dueño había tenido un ataque de vocación tardía y se recicló en maquinista de la General o revisor del Transiveriano. El caso es que estaba cerrado el cyber.
Así que me fui a un bar a leer la prensa y todas las noticias me recordaban a mi tontita-el-haba. Especialmente si se veía la cara que se les había quedado a los líderes sindicales tras los útimos trasquilazos a la clase trabajadora.
Cuando volví a buscar a mi perrito Tragaluz (le cambio de nombre cada hora, es un ejercicio para mantener la mente ocupada y no pensar todo el tiempo en esa boba de mujer)... vi que la hairdresser ya había perpetrado su radical cambio de look en mi pobre perrito Comotú. Lo tenía metido en una jaula, habrase visto maltrato de especie, y la tía me suelta
- Ahi lo tiene, su perrito Vaporoso, hecho un pincel. Isn´t he pretty, isn´t he wonderful??
((Madrequelaparió. La peluquera es una mema con tijeras, pero ya le llegará su hora, estoy demasiado ocupado ahora con mi lela particular. Tiempo al tiempo. Le voy a desollar el alma con el soplete de mi verbo cálido. Que ponga su mata de pelo en remojo, porque la voy a chamuscar, como me llamo A Pena Grande)).
Así es la vida, dejas un perrito en manos de una tricotómana, y en vez de un Tragaluz te devuelven un pincel.
Y ahora, ¿qué hago?
¿Le aplico con el pincel unos meteoritos de Guerlain a mi parviña oficial, pa que su tez luzca menos atolondrada, más vivaz y lúcida, digo?

Bueno, vamos a perdonarle a la perruquera su masacre, su delirio depilador. Hay gente que estropea todo lo que toca. Por ejemplo, Calamaro.
CERO_EN_PRONUNCIACIÓN

((Por cierto, Lau, en gallego se dice "perruquería". La de los seres humanos. EN SERIO. A estos lingüistas...había que cercenarles el rabo..jeje)).

a pena grande dijo...

Las bandadas de estorninos... Es verdad, a veces nublan toda la ciudad. Un cielo lleno de hormigas columpíándose sobre nuestro miedo. Luego, el gobierno municipal le busca remedio. Supongo que cruel para los estorninos.

Hace años, pocos, escribí un relato breve sobre este tema tan escatológico. Se titulaba "Los estorninos, sin más". Tuve un relativo éxito local. No me dieron el Nobel. Pero ya estoy acostumbrado a eso. Alguna componenda política de mis enemigos suecos, que no duermen. Se lo llevaría algún escritor del Tercer Mundo, en lengua tan minoritaria que hasta los estorninos huirían despavoridos.

Bueno, yo por las noches no es que cuente los días felices. Me pasa como a aquel niño del chiste, que su abuela le dice:
- Por el puente caminan Mamá Osa, Papá Oso y sus dos ositos bebés. El puente se derrumba a su paso. ¿Cuántos plantígrados perecen, es decir, la cagan en el proceloso río?
Y el niño le contesta
- Tres. ((Porque el niño sólo sabe contar hasta tres)).
Chiste maloooooooooo!

No, para mi la noche es precisamente el momento más relativamente feliz del día. El resto de la jornada mejor es olvidarlo o pegarle un tiro con ese revólver de tu poeta, Lau. Y, de paso, se ahuyentan algunos estorninos.

Pues sí. Hay parecidos razonables. Un estornino tiene un ligero aire al cuervo que persigue a mi vecina, Rula Veilis, una señora gruesa, pesada y floja en sus acciones. Desastrada y sin gracia alguna.
El cuervo le llama "Pandorca".
- Pandorca, pandorca, máis que pandorca!! Crow, crow, crow, PAN-DOR-CA!!

Mi vecina, a señora Rula Veilis, se revuelve y le espeta
- ¿E ti qué es? Ti es un... déixame que o pense...Ti es un corvo!! Jaja, ti es un cor--voooo!
COR---VOOOO!!

El cuervo se queda meditando, suspendido en el aire gris de la mañana. Va poniéndose melancólico; se pregunta por qué coño abriría el puto pico y emprende el vuelo hacia la casa de tu poeta, Eugenio Navarro Torres y se posa en el alféizar de su taciturno ventanal.
Por la noche don Eugenio hace una muesca más en su revólver. Y apunta en su cuaderno de notas: "pandorca, palabra de lo más esparraguera. A usar en la 'Elegía a mi suegra'. Esa sorgiña que Dios confunda". Hecho esto, don Eugenio se queda dormido como un bendito.
PUM,_PUM_Y_PUM._jodido_cuervo

a pena grande dijo...

Hi there. Aquí os presento a mi primita Ernestina. Pese a los lazos de sangre, no veo que nos parezcamos en nada. Nuestro ADN va por libre.

((¿A que es una pandorca majísima mi prima Ernestina??))

Estoy intentando encontrar algo que tengamos en común, ya que somos de la familia. Busco, comparo, y,..un esfuerzo inútil.

El pelo, no, desde luego...El suyo es rojizo, una llamarada hirsuta( hablo de los pinchos de su mentón). Mi cabello es de un tono inefable. Dejémoslo así. Sin aclarar más.

Luego está la indumentaria. Ella viste como mi abuela (lo cual no quiere decir que añada un toque vintage a sus pololos, sino que en su armario ni se atreven a entrar las polillas, de tan rancio y fosilizado).
Yo no me visto: es la ropa la que se adorna y pavonea con mi figura. Tengo muy buena percha, y mucho gancho. No me extraña que las tías se queden colgadas conmigo. O ahorcadas.

Después están las hechuras, por así decirlo. Ernestina es un taponcito (contrahecho, eso sí. Y de carnes desparramadas). Yo.., bueno, recuerdo que un día Narciso me confundió con un espejo. Soy como Cary Grant (de jovencito. Pero sin bragas, eh! Ya sabéis que a Cary Grant le sentaba muy bien la lencería fina, y él no se privaba de ir de mercerías los días impares). Digamos que tengo muy buena planta. Nos entendemos, jeje.

Aparte, Ernestina es un entidad supuestamente femenina (sólo a juzgar por su feronomas. Por lo demás, su sexo, pongamos que es "angelical"). Su fisicidad, etérea. No digo más. Para aquellos que alberguen alguna duda, les recuerdo que su nombre termina en -a. La importancia de llamarse Ernestina.
Yo soy a macho-man. Los patanes que me silban desde los andamios no opinan lo mismo. Ellos se lo pierden. Y yo.
((Los andamios son pentagramas repletos de arpegios, a mi paso)).

En fin, que Ernestina y yo somos como dos gotas, la suya carbonatada, la mía de licor de orujo. Pero no importa. Amo a Ernestina, anyway. Aunque no nos parezcamos en nada, mi prima y yo.

Bien, ya he traducido el video. Eso parece.
LINDA_PRIMA

a pena grande dijo...

Hoy me pasé todo el día cantando esta canción. Por las aceras, en los bares, en el pasillo de mi casa, durante el paseo con mi perrito Nolosé.

" La mitad del tiempo, nos hemos ido, hemos desaparecido, y no sabemos dónde. No sabemos dónde".

"Todas las noticias que necesito las escucho en el parte meteorológico".
"La única cosa que tengo que hacer hoy es sonreír".
"Que tu honradez brille, brille, brille".

Me lastimas de mil maneras que tú ni te imaginas.
Tu alibis era mi retrato robot.
Tu alibis podia muy bien ser un enfermo terminal de uno de esos fatídicos males que eufemísticamente llamamos "cruel y larga enfermedad". Pero no: elegiste la coartada basándote en mi diagnóstico real. Con lo cual, estabas construyendo una mentira utilizando los materiales de una verdad incontrovertible: la mía. Un embuste verdadero. Un oximorón, en el que me tocó la peor parte del dúo.
Luego lo adornaste con palmeras, porque el exotismo confiere un aire de irrealidad. Si non è vero, è ben trovato.

¿No te das cuenta de que eso hiere? ¿Que la patraña se basa en lo que inconscientemente ( o no) piensas de mi? ¿Soy yo ese loco subido a un cocotero? Como un deficiente psíquico Di Caprio subido a lo alto de la cisterna del pueblo, a quien ha de bajar de alli su hermano Johnny Depp?
Lo peor no es que hayas te hayas ingeniado esa excusa. No. Lo dañino es que la tengas interiorizada. Y, aún peor, que ni se te ocurra que puede lastimarme, y me la sueltes entre risas.

Mi casa está abierta de par en par para ti. La caja fuerte, expedita. Voy vaciando a tu paso los cajones del más recóndito aparador para que veas que en su interior sólo hay humo. No hay arcón del que no te haya entregado las llaves. Yo estoy localizable las 24 horas porque nunca estoy en guardia, sino a la disposición de quienes tengan ojos para ver, incluidos los tuyos.
¿Pueses decir tú lo mismo? Ah, no. Wrong question! Se me olvidaba que yo soy el psicópata de los dátiles.
Un alienado peligroso y digno de conmiseración.
Dices que ahora las cosas han cambiado, tras la larga marcha del desierto. Eso no es verdad. Tú juegas con la ventaja de tu desierto del cuento de Borges. Un desierto que era un laberinto, en el cual ni siquiera se podía entrar.
Yo no pido permiso para aventurarme en el desierto. Lo que pido es que no me amenaces con plantar tu tienda en sus oasis y disfrutar allí de la miel que mana y del agua que brota y, en definitica, que me hagas la boca hiel con las fiestas que puedes organizar en tu jaima, sabiendo que yo ni siquiera puedo escuchar la música con que te regalas. Y la que tu cantas a los beduinos, mi niña.
El único chico que vive tras la barrera de los arrecifes coralinos.

SIN_PUNTO_DE_COMAPARACIÓN