Me voy a dormir.
Dejando un rastro de sangre
que no limpiaré mañana
voy lamiendo el suelo
hasta llegar a mi cama.
Me escondo debajo.
Aquí nunca hace suficiente frío,
y me extiendo sobre el polvo
como un ángel abierto.
Tarareo a mi niña una canción:
Ojalá mueran todas las palomas
abandonadas
y amanezca un cementerio de plumas
en la ventana.
6 comentarios:
Y yo te doy las buenas noches... De hecho te las daré.
Un beso!
X favor Lau, no te metas de bajo de la cama, te vendrá fatal!! Piensa en los antoñitos! Jeje. No me gustaría verme metida ahi.
Qué ideas más macabras tienes a veces: "Ojalá mueran todas las palomas
abandonadas
y amanezca un cementerio de plumas
en la ventana."
Saluditos y buenos días, voy a escuchar a Serrat.
PD: en mi blog he dejado mi primer vídeo youtube, si te quieres pasar a verlo... qué alegría me da, jajajaja
Que inquietante Laura.
Tanta paloma, tanta pluma, tantos relamidos con sabor a sangre.
La poesia, no como una pistola cargada, sino como un rebanar salobre de los tendones.
Me gustó la imagen del angel abierto sobre el polvo, me acordé de una pelicula de Win Wenders: Tan lejos, tan cerca.
Beso sonoro.
esta me ha encantado...aunque lo de las palomas...ya sabes que no...pero lo he metaforizado y acoplado a mi programa personal y siento las plumas en la ventana y siento la liberación....creo que después de leerte me vuelvo un poco loca....
me hacía falta tener visiones!!!
creo que si la naturaleza me hubiese permitido la posibilidad de abortar y lo hubiese tenido que sufrir me hubiese sentido muy parecido a eso, aunque, siendo francos, nunca lo sabré. lo que si sé es que hoy te doy bola extra ;)
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