No puedo sino soñar con manos
con uñas perfectamente sucias
negras y finas
que me traspasan la piel del pecho
sólo del pecho
tiernamente
como un amante primero
o una madre vieja
manos
desnudas siempre
enteras
cabalgando sobre mis pulmones
agotando los silbidos de una voz
mezquina y familiar
No puedo
no puedo más
que soñar con manos
densas
blancas pero sucias
prensando mis costillas
tratando de atenazar la sangre en sus huellas
con precisión de relojero
manos dulces
cansadas
inundadas en asma y negrura
mis manos
siempre mis manos
sueño tras sueño
cada miserable noche
de nudillos hambrientos
de cavidades abiertas y sangrantes
de mis entrañas
helándose entre otros dedos
mis manos que no son mías
mi sangre que no es de nadie
y el aire
sucediéndose
espesándose sobre mis ojos
cada miserable noche
mis manos
3 comentarios:
No pude dejar de sentir una molestia en los pulmones al leerte.
Escalofriante, obsesivo. Muy vívido, muy bueno chica rizada.
Un beso para que abrigues tus noches.
Abrígate con las mías cuando no sepas con qué cubrirte las heridas. Un beso.
Qué fastidio Laura, yo nunca tuve manos perfectamente sucias, ni imperfectamente pulcras, si fuera así me las cortaría para regalarte los puños cerrados como corchos de botellas o torniquetes de la sangre, toda la sangre seca igual que esparadrapos, pero qué fastidio Laura, mis manos son miembros invisibles que no sirven para nada.
Alguna vez soñé con ellas –con todas-, ahogándome los párpados.
Me gustó, quiero decir.
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